domingo, 17 de septiembre de 2017

Historia Chofer Einstein



La historia de Albert Einstein y su chofer



Se cuenta que, después de la II Guerra Mundial, Einstein se dedicaba, entre otras cosas, a dar charlas en multitud de universidades de los Estados Unidos a multitudes que lo recibían con gran emoción. Sin embargo, esto era algo muy agotador, ya que los desplazamientos los realizaba en coche, que conducía su chofer.

Su fama se disparó, sobre todo después de la publicación de su Teoría de la Relatividad, lo que también provocó que se disparasen estos eventos. Todos querían acudir a una de sus charlas por prestigio, aunque la mayoría de quienes se reunían para escucharle no entendiesen una sola palabra, lo importante era que se supiera que Einstein daba una charla en su universidad y él había asistido a tal charla. Eran tan famosas sus charlas, que terminaba siendo muy agotador.

“Si quiere”, le dijo el conductor en cierta ocasión mientras conducía para él, “le puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra.”

Se cuenta que, en cierta ocasión, Einstein recordó lo que el chofer le había propuesto y, antes de llegar al siguiente lugar donde impartiría la tan esperada plática, intercambiaron ropas y Einstein se puso al volante. Poco después, llegaron a la sala donde se iba a celebrar la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a Einstein, no se descubrió el engaño.


Mientras el chofer daba la plática, Einstein disfrutaba de un descanso en la última fila de la sala. La charla se realizaba sin contratiempos, y se notaba que el chofer se había aprendido cada palabra a detalle y las recitaba con total seguridad que no daba lugar a dudas que él sabía de lo que estaba hablando. 



Al finalizar la conferencia, un profesor en la audiencia le hizo una pregunta. El chofer no tenía ni idea de cuál podía ser la respuesta, sin embargo, tuvo un golpe de inspiración y le contestó:



"La respuesta a esa pregunta es muy sencilla, de hecho, es tan sencilla, que voy a dejar que mi chofer, que está al final de la sala, la responda por mí".